Lo confieso, las cocinas en blanco con piezas azul turquesa y vintage son mi perdición. Es verlas tan blanquitas, con detalles de color y cuatro cosas más con encanto y ya empezar a soñar… Será porque el azul es el color de los sueños, del infinito, de lo maravilloso y combinado con el blanco trasmite pureza. Yo ya lo probé en mi mini cocina de mi antigua casa pintando la pared de ese color, ¿os acordáis?. Ay como la echo de menos a veces…

Pero centrándonos en esta, me rechifla por mil detalles. Y es que, pocas veces nos encontramos con una cocina así con baldosas hidráulicas y artesanales en el suelo, paredes alicatadas con azulejos retro en blanco a media altura y madera en el techo.

La base en buena pero también ayuda las ventanas con luz natural y el diseño de los muebles a media altura sin ningún estante para no cargar el espacio. Han puesto los tiradores en oro y han combinado la encimera de un lado con corian blanco y la del otro en madera. Buena mezcla, ¿no?

Para hacerla aún más especial, en el centro de la cocina tienen una mesa recuperada con ruedas con dos sillas clásicas de madera y la silla tolix en color verde mint.

Además, consiguen actualizar esta cocina con las dos lámparas Jielde en azul turquesa colgadas simétricamente al lado de la campana y la lámpara de techo en el mismo color encima de la mesa.

Sin duda sus dueños han conseguido trasmitir la esencia de la cocina de toda la vida que invita a comer y a reunirse con un toque actual único. ¿no os la llevaríais tal cual para vuestras casas?

Fuente: Decordots